INSTITUTO CULTURAL DE LEÓN

Alejandro Becerra y su capacidad resiliente

De Perfil
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Edgar Aguirre
A los ocho años, en tercer grado de primaria, Alejandro comenzó a perder la vista. Hoy está por cumplir los 22 y a punto de concluir su carrera de Derecho. La música fue su salvavidas.

Luis Alejandro Becerra Rocha es un apasionado de la música, especialmente de la guitarra. Desde muy pequeño, gracias a su padre, desarrolló el gusto por tocar dicho instrumento, mismo que le ha acompañado a enfrentar las situaciones complicadas por las que ha tenido que atravesar, pero también a desarrollar una empatía, humildad y humanidad genuinas que busca compartir a través de todo lo que hace.

A temprana edad fue diagnosticado con el síndrome de Stickler, enfermedad hereditaria que le ocasionó discapacidad visual. Su papá también es una persona ciega, pero en su momento, ni él ni su mamá eran conscientes de esta condición, pues pensaban que la ceguera se había dado a raíz de un accidente en un partido de fútbol. La madre de Alejandro percibió que éste tenía problemas para ver los dibujos de los cuentos que le leía, a partir de ahí comenzó la preocupación y la visita a oftalmólogos y pediatras, quienes dieron fe de su situación real.

“Desde los 3 empecé a usar lentes y cada vez era más la graduación. El síndrome se caracteriza porque se generan lo que llaman desgarros gigantes de retina, a los 8 años tuve el primero. Yo estaba en tercero de primaria, me sentaba en las bancas de adelante para ver bien; cuando estaba apuntando la tarea, veía el pizarrón y bajaba la vista a mi libreta, en una de esas subí la vista y ya no vi las letras del pizarrón sino una mancha verde en mi campo visual que se movía como con formas irregulares”.

No obstante, conocer su condición desde muy pequeño y contar con el ejemplo de vida de su padre, le ayudó a digerir y manejar de la mejor manera posible estos cambios, a ser más resiliente; lo que no sucedió por parte de su mamá, a quien la situación afectó en demasía, ocasionando que Alejandro también sufriera, incluso llegando a pensar que dicho pesar era culpa suya. Poco a poco las cosas se tornaron menos dolorosas y tomaron un nuevo sentido.

“Estoy muy agradecido con la música y la guitarra, específicamente, porque me ayudó mucho con el proceso de depresión, porque cuando me empezaron a operar, que eran cirugías muy invasivas, tenía que estar mucho tiempo acostado, con muchos cuidados; yo tomaba la guitarra y acostado la tocaba, lo que me ayudaba a canalizar todos los sentimientos, pues era mucha frustración porque yo quería brincar, correr, jugar, y tenía que estar tirado en la cama. La guitarra fue una forma de sacar todos los sentimientos que tenía; yo decía «vale la pena vivir nada más por esto».

Su incursión en el mundo de la música sucedió desde muy chico; cuando tenía entre 4 y 5 años, su papá impartía clases de guitarra a uno de sus primos, y desde entonces el sonido y las vibraciones del instrumento llamaron su atención. Para él, su primer maestro fue su papá. En la primaria, ingresó a un taller, y una vez que demostró el gusto y dedicación recibió su primera guitarra de manos de su padre y su abuelo materno. En secundaria continuó con su preparación ahora en manos del maestro Horacio Matehuala, actual docente de las Casas de la Cultura Diego Rivera y Efrén Hernández.     

“Después, en la prepa, entré al grupo de rondalla y de trova con el maestro Sergio Canchola. Creo que a partir de la secundaria fue donde más me empecé a desarrollar, porque a la par estaba yendo a Cáritas, ahí había un maestro de música que se llama Arturo Pedroza, quien también es una persona ciega y es totalmente lírico; él me enseñó a desarrollar el oído, a sacar canciones de oído y con él las clases eran muy amenas, me ayudó a seguirme encariñando”. 

A partir de este conocimiento, Alejandro comenzó una nueva faceta como youtuber, pues desde hace aproximadamente siete años este joven ha utilizado la plataforma para compartir sus tutoriales sobre la ejecución de diversas canciones, especialmente trova, y así aportar a otros músicos. Hoy en día también utiliza esta herramienta como fuente de información sobre temas de discapacidad visual e inclusión, esfuerzos orientados a generar cambios de perspectiva en la sociedad.

Actualmente forma parte de la agrupación Si Bemol, integrada por cinco músicos, amigos de la preparatoria: Ariadna, Miguel, Daniela, Grecia y Alejandro. Por la pandemia perdieron la constancia de tocar en diversos eventos y espacios, pero ahora se encuentran trabajando en nuevos arreglos para sus canciones.

Para este joven, seguidor de Silvio Rodríguez, Fernando Delgadillo, Pablo Milanés, Miguel Inzunza, Omar Márquez, entre otros, la música es algo que no podría apartar de su vida, sin embargo, lo que resulte de ese aspecto lo considera más como un efecto colateral, pues su plan profesional se centra en convertirse en defensor público en materia penal, una vez concluida su carrera.

“Hasta ahora el plan que tengo es seguir componiendo y grabar, subirlas a las plataformas y yo con eso me sentiría satisfecho; tener un disco, seguir componiendo y cuando tenga otra vez varias canciones, subir otro álbum. Sí me gustaría considerarme como un cantautor, pero tampoco tengo en la mira ser un cantautor de profesión y dedicarme a andar de gira y dando conciertos, siento que eso no lo controlo yo, sino que se va a dar si a la gente le gusta lo que hago y que eventualmente se irá dando si es que pasa, pero no quiero verlo como objetivo sino como efecto colateral de estarme dedicando a hacer mis canciones y estar mejorando”.

¿Que si ha sido complicado? Por supuesto. Alejandro ha pasado por diversos procesos de adaptación, se negaba a usar bastón, sufrió bullying en primaria y secundaria, y aún lucha contra sus miedos e inseguridades, como todas las personas. Todo esto le ha valido para buscar un equilibrio en su vida, él sabe que una persona ciega bien puede ser autónoma, independiente, trabajar, estudiar, tener una familia...; sin embargo, la mayoría de la sociedad es quien a veces parecemos olvidarlo, por ello mantiene su ímpetu y energía enfocados a brindar un mensaje que rompa con la ignorancia existente y persistente. 

"Por todas esas cosas que vi fue que dije «quiero hacer algo», por este afán de querer ser proactivo, manejar un cambio por más mínimo que sea, dije «en lugar de estarme enojando, mejor les voy a enseñar»… 

Los invito a todos a que se pongan a reflexionar en torno a esto y que vayan buscando eliminar esas ignorancias, buscando ese plano de igualdad. A veces me frustro porque está muy invisibilizado el tema de la discapacidad, está muy en voga el tema del feminismo, la inclusión, la homofobia, y siento que le falta más visibilidad a los temas de discapacidad que también son temas de discriminación muy profundos, de segregación, de falta de oportunidades, de desigualdad. Creo que para darnos cuenta de que existe un problema primero debemos aceptarlo”.

Conoce más del trabajo y la labor que Alejandro realiza, tanto en el plano musical como el social,  a través de sus redes sociales: Twitter e IG - @AlejandroCerras; Facebook y Youtube -  Alejandro Becerra. Te invito a que con ello podamos ir aprendiendo a cómo conducirnos y cómo apoyar, cuando sea necesario; lo más importante, entender que para todos y todas es posible seguir avanzando y, como menciona nuestro joven cantautor, “empezar a vernos a nosotros mismos desde la capacidad antes de la incapacidad”.

Edgar Aguirre Edgar Aguirre

Comunicador con experiencia en producción televisiva y desarrollo de contenidos sociales y culturales. Se ha desempeñado en áreas de Comunicación y RRPP en asociaciones civiles y empresariales. Aprendiz de poeta y músico.