A lo largo de la historia se ha especulado sobre la locura y la relación de ésta con las y los artistas, citando, regularmente, como primer ejemplo a Van Gogh; pero Rosa Montero va un poco más allá y nos comparte la perspectiva de las enfermedades mentales y el sector artístico desde tres bloques: investigaciones científicas, personajes artísticos que padecieron o padecen alguna enfermedad mental y la experiencia de la misma Rosa Montero con ataques de pánico.
Adentrarse en el tema de la salud mental va más allá de un cliché o tema de moda, y quienes lo han vivido comprenden esa soledad a la que se remite la autora en sus primeras páginas, pues “aún no se han inventado letras que puedan contener y describir una soledad así”. Desde el miedo de pensarse ‘loco’ y lo que ello conlleva, aún cuando no necesariamente es así.
Pero Rosa ahonda un poco más en aquellos estudios que señalan cómo “el cableado” (como describe a las conexiones neuronales) tiende a fallar más en las personas creativas y pone como primer ejemplo a las y los escritores, pero no por ello son los únicos.
Aborda su propia experiencia con los ataques de pánico y te sumerge en la historia de La Otra; además, menciona a las Personas Altamente Sensibles (PAS) y el porqué considera que tiene esta característica.
Lo que también vale la pena de El peligro de estar cuerda son las frases con las que más de uno se puede identificar, así como aquellas con las que dices: ¡Rosa Montero saca cada frase genial! E incluso podrías preguntarte si ella es consciente de esto.
“Creo que todo arte es, en primer lugar, comunicación” y “a veces lo que inventas son simples aventuras, vidas paralelas” son dos de éstas frases que cobran aún más sentido con su contexto y con el tuyo, pues cuántas veces no has imaginado escenarios a partir de una acción, muchos de ellos catastróficos, que de acuerdo con especialistas son síntoma de la ansiedad; pero para un creativo pueden ser también una semilla, un chispazo para crear. De ahí, Rosa nos cuenta cómo surge La buena suerte (2020) de ese chispazo de imaginar.
Finalmente, adentrarse en El peligro de estar cuerda es darte cuenta y aceptar que “el cableado” puede fallar en cualquier momento, ya sea por cuestiones químicas, biológicas o sociales; pero es más el no caer en ese miedo al rechazo por ‘locura’, porque al final, las verdades siempre cuentan.
Descubre más de este ensayo en compañía de su autora durante la 35 Feria Nacional del Libro de León, donde también recibirá el Reconocimiento Compromiso con las Letras. Todas las actividades serán en las instalaciones del Poliforum.