INSTITUTO CULTURAL DE LEÓN

Escribir sin fronteras

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Edgar Aguirre
Foto Andrea Tejeda K.
Foto Andrea Tejeda K.
“Lo más interesante de mi trabajo es ver cómo me leen personas con quienes no tengo nada que ver, cómo interpretan mis libros personas con las que no tengo ninguna relación. Eso me parece en realidad lo más estimulante”, Daniel Saldaña París.

A muy temprana edad, Daniel Saldaña París se interesó por la poesía; como lector y a través de una actividad escolar, recuerda haberse acercado a García Lorca y descubrir con éste la experiencia sonora y fonética del poema, despertando en él la inquietud que, en esa misma etapa, lo llevaría a dar sus primeros pasos en el mundo de la escritura.

“Me interesó la poesía más por el lado de la música, me gustaba la música y la cualidad musical del lenguaje y de la poesía, la posibilidad de hacer juegos con las palabras, que sonaran interesantes y que sonaran bonito más allá de lo que significarán; y un poco fue esa mi entrada al mundo de la poesía”.

Definitivamente, como él lo comenta, la música no se le dio; pero encontró en la escritura un camino que, desde el primer momento, sintió que podía recorrer con mayor facilidad. Mientras estudiaba la carrera de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, se interesó por continuar inmerso en el mundo de la literatura a través de la lectura y la escritura. Tomó un par de talleres en centros culturales madrileños, aunque su formación ha sido principalmente autodidacta; un camino de aprendizajes que se dieron muy de la mano con su labor como editor en diversas revistas en España y México.

Todavía estaba en España cuando comenzó a escribir el que sería su primer libro de poesía, Esa pura materia, publicado en 2008 por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y acreedor al Premio Nacional de Poetas Jóvenes Jaime Reyes.

“Ese libro fue un libro de juventud, un primer acercamiento a la experiencia de publicar. No es un libro que se haya reeditado y no es un libro que me interesa reeditar. En realidad a partir de mi segundo libro que fue La máquina autobiográfica es cuando siento que algunos de los intereses o de las preocupaciones temáticas y formales que había en ese libro son las que todavía puedo rastrear en mi obra presente”.

Saldaña París ha hecho un recorrido por diversos géneros, iniciando por supuesto con la poesía, pasando por la novela y ahora, con su más reciente escrito, se involucra también en el ensayo y la crónica. Aviones sobrevolando un monstruo “es una especie de libro híbrido que se mueve en esos terrenos entre distintos géneros”; este libro, escrito en primera persona, lleva un fuerte contenido de referencias autobiográficas además de crónicas de ciudades, recorridos por lugares significativos para su autor.

“Hablo de Cuernavaca, de la Ciudad de México, de Madrid, de Montreal donde viví unos años, de La Habana que también tiene un peso y un significado específico dentro de mi vida; y bueno, hay también muchas referencias a mis lecturas, jugando con la idea de que mi experiencia del mundo es también mi experiencia de los libros y que lo que yo puedo decir sobre mi vida estaría incompleto si no hablara de los libros que he leído.

Hay por lo menos dos o tres crónicas dedicadas a la Ciudad de México de diferentes aspectos. Siempre he tenido una relación como de vaivén porque nací ahí pero me he ido muchas veces y he regresado a vivir muchas veces; entonces creo que algo de esa mirada como entre nostálgica pero también extranjera a veces termina reflejándose en mis textos como la sensación de llegar a un lugar que siempre es inagotable y que siempre hay aspectos desconocidos de la ciudad que me siguen sorprendiendo”.

Su proceso creativo se encuentra muy ligado a un trabajo mental que brinda estructura a las ideas iniciales: “antes incluso de escribir un libro pienso cómo quiero que suene, hacia qué tipo de estructura me interesa trabajar en ese libro, qué tono, qué registro, qué tipo de prosa, qué tantas comas voy a usar, qué tantos puntos…”; sin embargo, asegura, siempre existe un elemento de improvisación, una parte de descubrimiento que lo vuelve un trabajo artístico e impredecible. Actualmente ha centrado la creación de sus textos en propuestas que buscan trascender los diversos géneros, implementando y mezclando sus distintas herramientas, al igual que lo hacen, o hacían, muchas de sus referencias literarias.

“Me gusta mucho Ricardo Piglia, que es un escritor argentino que aunque sean novelas tienen fragmentos enteros de crítica literaria; o la obra aquí en México de Verónica Gerber que también juega un poco no sólo entre los géneros literarios sino entre diferentes expresiones artísticas incorporando cuestiones de dibujo y cosas así; o la obra de Luis Felipe Fabre que a veces es teatro, o poesía o novela y se mueve también como en esos terrenos liminales. Yo creo que también a mí lo que me gusta en realidad es escribir cuadernos, no libros”.

Además de la escritura, Saldaña se desenvuelve en muchos otros campos alrededor de la literatura; sigue desarrollándose como editor, así como traductor y tallerista, lo que le permite también formar parte de un aprendizaje continuo.

“Como son oficios afines las enseñanzas de uno me sirven para el otro, es decir, al editar me acostumbro a trabajar de cierta manera los textos, me sirve después para trabajar mis propios textos con ese nivel de rigor o con esa mirada, buscando ese tipo de objetividad en el trabajo con mis propios textos; entonces creo que por ese lado ha sido provechoso poder entender diversas formas o diversos ángulos de acercarse al texto literario y lo mismo para la traducción”.

Este mes de julio, Daniel Saldaña París formará parte de la edición 32 de la Fenal, trayendo consigo sus letras a través de su más reciente publicación Aviones sobrevolando un monstruo (Anagrama, 2021).

“Espero que los lectores de León se acerquen a la Feria del Libro (respetando todas las medidas sanitarias) y que podamos convivir y retomar también; me parece importante el contacto presencial entre lectores, autores, promotores de lectura, porque la literatura además de ser una actividad solitaria que hace cada quien en su casa con un libro también puede ser una actividad colectiva de discusión, de reflexión entre todos, y nos hace falta esa parte desde hace más de un año, y espero que lo podamos retomar”.

Edgar Aguirre Edgar Aguirre

Comunicador con experiencia en producción televisiva y desarrollo de contenidos sociales y culturales. Se ha desempeñado en áreas de Comunicación y RRPP en asociaciones civiles y empresariales. Aprendiz de poeta y músico.