INSTITUTO CULTURAL DE LEÓN

Hablar para mantener nuestras raíces

No hay herencia más rica que las tradiciones, las raíces, la cultura, que se nos fue heradada a través de la palabra.
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Brenda Galván
“No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante (…) eso decían los antigües”, eso le oí decir alguna vez a mi abuela al hacer referencia de algo que decían sus abuelos… es un refrán, un dicho popular, pero es así es como históricamente se ha resguardado y transmitido el conocimiento para la subsistencia del ser humano: hablando; los padres con los hijos, los abuelos con los nietos.

De acuerdo con la UNESCO, las expresiones orales: proverbios, adivinanzas, cuentos, canciones infantiles, leyendas, mitos, cantos, poemas épicos, sortilegios, plegarias, salmodias, canciones y representaciones dramáticas, sirven para transmitir conocimientos y valores culturales y sociales en una comunidad, y son fundamentales para mantener viva la cultura. Existen culturas donde las expresiones y tradiciones orales son de uso común, pero hay otras donde son exclusivas de una persona o un grupo donde se le tiene gran aprecio y respeto al orador que resguarda en su memoria todo el conocimiento oral, la historia de la comunidad y la memoria colectiva.

Como podemos ver, las expresiones orales forman parte vital de nuestro patrimonio cultural inmaterial, indispensable para seguir reproduciendo nuestra cultura, sin embargo, hay muchas lenguas, expresiones y manifestaciones culturales que se han perdido por la ruptura en la línea de transmisión de conocimiento, por la globalización y el capitalismo, por mencionar algunas razones.

En un afán por registrar y documentar este conocimiento, sabemos que existen mecanismos, metodologías, soportes técnicos y canales para su conservación y divulgación, por ejemplo, el principal mecanismo es el habla y la transmisión de generación en generación. 

Una metodología es la historia oral, que a pesar de no ser tan antigua tiene una gran cantidad de bondades, ya que al convertir el testimonio en una fuente permite obtener datos nuevos —en relación a lo local y lo nacional—, así como conocer una versión micro de la historia; abona a lagunas o ausencias de las ciencias nomotéticas; permite analizar la realidad desde la voz actual, y la voz actual se convierte en un puente del pasado con el presente, dando como resultado una ciencia humanizada.

Respecto a los soportes, desde hace varias décadas se han utilizado soportes digitales como grabaciones de audio y/o video, pero como las tecnologías avanzan desmesuradamente, los formatos más antiguos se van perdiendo, o bien, su nivel tecnológico permite captar solo una parte de la palabra, los cantos, etc., perdiendo mucha información.

Finalmente, ¿qué pasa con la divulgación?, si bien es cierto que hay culturas que solo transmiten su conocimiento en su círculo (como lo dictan sus costumbres) y también es cierto que en algunos casos los soportes digitales no nos dan el mejor sonido, sí existen muestras, se crean bancos de datos, se crean registros e investigadores comienzan a usar esa información para explicar características culturales y modos de vida, para conocer más detalles, compartir y socializar la importancia de tan valioso patrimonio cultural inmaterial, patrimonio vivo.

Es aquí donde comienza la labor de las instituciones, pues son las instancias públicas las que deben tender redes seguras para que los portadores de las expresiones y manifestaciones culturales puedan expresarlas libremente, son quienes deben abrir los canales para que las y los investigadores puedan hacer y ejercer la labor de divulgación y difusión para que otros podamos comprender, empatizar, identificar, acompañar, valorar y resignificar todo este conocimiento indispensable para nuestra propia reproducción cultural.

El Museo de las Identidades Leonesas (MIL) nace en 2015 con la misión de ser un espacio que albergue las identidades locales, que a través de sus exposiciones y actividades de servicios educativos muestre cómo estamos constituidas las y los leoneses, qué nos hace ser lo que somos. En este León, tan grande, tan acelerado, tan voraz, es necesario hacer una pausa, observar, escuchar, ¿qué nos dice el entorno?, la identidad y las manifestaciones culturales orales y vivas están aquí. La Danza del Torito que se escucha al pasar por el Centro, las campanadas de los templos, las fiestas patronales; ahí hay historia oral, ahí hay historias esperando ser contadas. En el cumplimiento de su misión, se apuesta a la divulgación del patrimonio cultural ─material e inmaterial─ que no es otra cosa que manifestaciones identitarias de esta gran ciudad. 

El MIL se empeña en crear una cartelera constante y dinámica que ofrezca a la ciudadanía un espacio para la pausa, para el pensamiento, la crítica y la reflexión sobre las manifestaciones culturales y la historia oral. Menciono algunos ejemplos: la sala de sitio dedicada a la historia carcelaria del recinto cuenta con un núcleo donde se narran, a manera de historieta, cinco historias de personas que estuvieron encarceladas en este espacio. Esta información se recuperó de testimonios orales, de los recuerdos, memorias y vivencias de personas que habitaron en esa cárcel; tenemos un rescate de información, datos de primera mano.

También está el caso de la Lic. Guadalupe Calleja, quien lleva dos años haciendo trabajo de campo en las comunidades de Los Otates y El Potrero para documentar, de viva voz, el testimonio de las mujeres que desde hace 30 o 50 años cocinan con ingredientes propios de esa región. Ella compartió una charla con nosotros en enero de este año.

O la plática de Carlos Hermilo Rodríguez Pérez, danzante y miembro del Consejo de Historia del municipio de San Felipe, quien en abril nos contó, desde su experiencia, la historia de la danza en la que participa desde su adolescencia, haciendo un recuento histórico desde la aparición de ésta en nuestra región y los cambios que ha experimentado con el tiempo.

En el MIL deseamos multiplicar el tiempo, el esfuerzo y los recursos para ser nosotros mismos quienes documentamos de primera mano todas las expresiones y manifestaciones que habitan en el gran León; sin embargo, lo que nos compete en este momento y en lo que trabajamos con mucho corazón es en invitarles a venir, formar parte de este foro y conocer la diversidad de manifestaciones culturales con las cuales cohabitamos; invitarles a ser partícipes de contar, de narrar, de hacer una pausa, de apropiarse, de empatizar, de ver y escuchar nuestro patrimonio cultural.

Referencias.

UNESCO (2023). Patrimonio cultural inmaterial. UNESCO 1992-2023. En: https://ich.unesco.org/es/trad...
Lara, Pablo y Antúnez, Ángel. La historia Oral como Alternativa Metodológica para la ciencias. Revista de Teoría y Didáctica de las Ciencias Sociales. Mérida, Venezuela. ISSN 1216-9505. Enero-Diciembre 2014. NO 20 (2014) 45-63. [En Línea]. Consultado julio 2023:chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.redalyc.org/pdf/65...

Brenda Galván Brenda Galván

Sociología por decisión, museógrafa por convicción y gestora cultural de corazón. Madre y compañera, amante de las expresiones culturales y artísticas.