Y así de amplio —y hasta contradictorio— es el campo mismo de la magia o, mejor dicho, de lo que podemos entender o pensar respecto a ella pues, aunque su origen sea casi imposible de determinar, sí son identificables numerosos usos y acepciones.
Por ejemplo, en un inicio y en el contexto del imperio persa, los magos eran sabios y especialistas religiosos al servicio de reyes y emperadores; textos griegos muestran una visión negativa al presentarlos como charlatanes y vagabundos, o bien, ligados a las artes oscuras; así como perspectivas que los identifican como intérpretes de sueños y de eclipses o aludiendo a personas que utilizan su conocimiento de las cosas divinas en beneficio propio o por el puro placer de realizar actos maravillosos, esto en el ámbito latino.
Según el sitio scielo.org.mx, hemeroteca virtual desarrollada por la UNAM, a través de uno de los artículos publicados, “para que un acontecimiento se considere mágico, dependerá de la época y el lugar donde vivamos, debido a que la interpretación de lo que observamos tiene que ver con los conocimientos y experiencias que un individuo acumule. La semántica del concepto magia se modifica en la medida en la que la ciencia y la tecnología avanzan, hasta el punto de que ambos conceptos puedan relacionarse sin problema”.2
Poco a poco —deduzco— la magia ha sido condicionada y seccionada a dos vertientes: la magia como simple truco o ilusión óptica, y la magia como fenómeno sobrenatural y, prácticamente, imposible de ser real o llevarse a cabo en el plano terrenal.
Sea cual sea el caso, ambas opciones siguen maravillando y sorprendiendo al ser humano, empleándose como forma de entretenimiento y espectáculo. El cine, el teatro, la literatura y prácticamente cualquier disciplina ha utilizado dicho concepto y generado importantes productos para el consumo de las masas.
Se dice que la magia como entretenimiento surgió en el siglo XIX, aunque a inicios del XVIII los shows ya eran algo popular en las ferias, volviéndose espectáculos demasiado populares.
En la historia encontramos ‘magos’ e ilusionistas tan relevantes como Harry Houdini, considerado el más famoso de todos los tiempos. El Gran Houdini, como era conocido, era un escapista húngaro capaz de liberarse de cadenas, cajas con candados y hasta camisas de fuerza dentro de contenedores de agua. Dai Vernon, ilusionista canadiense conocido como El profesor, fue el único que pudo engañar a Houdini, quien nunca pudo descubrir el truco de su acto llamado ‘la carta ambiciosa’.
Junto a ellos, también encontramos nombres famosos como David Copperfield, quizás el mago moderno más famoso, quien hizo desaparecer la Estatua de la Libertad, atravesar la Gran Muralla China y flotar sobre el Gran Cañón del Colorado. Criss Angel, ilusionista capaz de andar entre dos edificios, caminar sobre las aguas o cortarse a sí mismo en dos. O David Blaine, ilusionista, escapista y doble de acrobacias conocido por increíbles hazañas callejeras.
Grandes magos y hechiceros han surgido de la imaginación del hombre, mismos que se han sabido ubicar en un lugar especial de la cultura popular: el joven Harry Potter por supuesto encabeza esta lista gracias a su gran fama mundial, una historia y personaje(s) que llegaron para quedarse. Otro mago nacido en la literatura y llevado a la pantalla grande es Gandalf, personaje de El Señor de los Anillos, mago que regresó de la muerte convertido en Gandalf el Blanco.
David Bowie también fue un mago al encarnar en el cine a Jareth, el rey de los duendes en la cinta Labyrinth (1986), antagonista capaz de crear ilusiones y transmutarse en una lechuza. Y cómo olvidar a Doctor Strange, antiguo Hechicero Supremo del mundo cinematográfico de Marvel con la capacidad de proyectar su ser astral desde su cuerpo y abrir portales dimensionales, entre otros trucos.
Mención aparte tiene Merlín, el gran mago de las leyendas artúricas, un gran enigma que ha perdurado por siglos en el imaginario colectivo, pues sigue siendo referencia en obras e historias modernas donde la magia lleva protagonismo, siendo siempre presentado como un poderoso mago. “El personaje se originó en el folklore galés con el motivo del salvaje en el bosque, un medio salvaje que vivía al margen de la civilización y que poseía gran poder y sabiduría”3. La versión de Merlín creada por Disney y presentada en La espada en la piedra (1963), a través de ese mágico —y divertido— enfrentamiento entre él y Madam Mim, es, sin duda alguna, una de las más icónicas e inolvidables.
La historia y los productos de la cultura popular, por mucho tiempo, nos dieron personajes femeninos relacionados con la magia desde una visión oscura, presentándolos, en su mayoría, como brujas y hechiceras; basta recordar el episodio de Los juicios de Salem donde mujeres fueron acusadas y condenadas por presunta brujería.
“Hacia principios del siglo XIX y durante el siglo XX, como lo explica el historiador Juan Perez Ventura, los cuentos infantiles estaban plagados de brujas, especialmente aquellas que querían comerse a los niños”4, una creencia que sigue permeando hasta nuestros días, ejemplo de ello: Las brujas, filme de 1990 basado en la novela infantil de Roald Dahl que en 2020 tuvo una segunda versión, donde además la fealdad forma parte de la representación de estos seres, característica que se dice comenzó a relacionarse a partir de El maravilloso mago de Oz (L. Frank Baum, 1900), donde se presenta a la Bruja del oeste con piel verde, nariz aguileña y verrugas.
Ya en los 60, una nueva versión llegó con programas televisivos como Embrujada y Mi bella genio, coincidiendo además con la segunda ola del feminismo. Una premisa que mostraba a una bruja o una genio, en su caso, conociendo a un hombre mortal y enamorándose, generando así situaciones inconvenientes y cómicas, quizás un tema trivial pero un aporte social para aquella época.
Fue en los 90 que estas narrativas cambiaron fuertemente, en ellas “la bruja no es una mujer solitaria que acecha pueblos para robar niños, sino organizaciones de mujeres que se ayudan entre ellas y se transmiten saberes”5. Así contamos con ejemplos tan representativos como Jóvenes Brujas (1996), el encuentro de la amistad en un grupo de compañeras de escuela quienes comparten verdadera pasión por las ciencias ocultas y crean un aquelarre para ganarse el respeto de los demás; Prácticamente magia (1998), donde dos hermanas intentan transmitir a sus sobrinas, la única y poderosa herencia psíquica de las mujeres Owens; y Hechiceras (1998), hermanas que compartían relaciones tensas renovadas con el poder de la magia.
Sabrina, la bruja adolescente (1996) vino a refrescar las series televisivas con una representación jovial de lo que era ser una adolescente mitad mortal y mitad bruja, intentando encajar pero, aún así, recia a no sucumbir ante la presión social. Más de 20 años después, Netflix retomaría esta historia con una adaptación más cercana a la original de Archie Comics que apareció por primera vez en 1962; Las escalofriantes aventuras de Sabrina (2018) muestra a un personaje mucho más sombrío, pero con características y problemas propios de la adolescencia.
Títulos como Hocus Pocus, Las Crónicas de Narnia, Las brujas de Eastwick, Mary Poppins, Los hermanos Grimm, Buffy la cazavampiros, American Horror Story, Los Hechiceros de Waverly Place, Los ilusionistas, Fantasía, Circe, Cien años de soledad, Juego de tronos, Wicked y prácticamente todas las cintas de Disney, así como de los estudios Ghibli, son ejemplos, de una larguísima lista, donde la magia hace parte del cine, el teatro y la literatura.
Aún con tanta representación, la magia —en todos sus tipos— podría considerarse como un concepto lleno de estigmas, así como quienes hoy en día se consideran magos, brujas, hechiceros y hechiceras. En la vida real, los acontecimientos mágicos parecieran estar sujetos a una total incredulidad, alojándolos en el cajón de las simples fantasías o supersticiones imposibles de ocurrir, pues, como mencionamos, el conocimiento tiene mucho que ver con ello.
“(...)Los progresos de la ciencia y la tecnología han hecho posibles avances que alguna vez fueron catalogados como mágicos, y redefinir lo que en algún momento de la historia se consideró sobrenatural”.6
Referencias
1 Mayrata, Ramón. (2013). ¿Por qué la magia? El rapto de Europa. https://www.revistasculturales...
2 Guevara Pezoa, Felipe. (2019). Eurekadabra: ciencia, tecnología y magia. PAAKAT: revista de tecnología y sociedad, 9(16), 1-13. https://doi.org/10.32870/pk.a9...
3 Mark, J. J. (2024). Merlín. Enciclopedia de la Historia del Mundo. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-18148/merlin/
4 Ballester, A. (2020, 31 octubre). Redefiniendo a las brujas en la cultura pop — EMC Magazine. EMC Magazine. https://www.emcmagazine.com/vi...
5 Ibíd.
6 v. nota 2
Lifeder. (26 de mayo de 2023). Magos e ilusionistas famosos. Recuperado de: https://www.lifeder.com/magos-...
Cacho, E. (2022, 7 agosto). David Copperfield, Merlín y otros magos famosos que debes conocer. Revista Central. https://www.revistacentral.com...
Comm. (2020, 30 julio). Aquelarres y calderos: la evolución de las brujas en la cultura pop — The COMM. The COMM. https://the-comm.online/es/blo...
Couto, E. (2022, 24 marzo). ¿Cómo nació la magia? Muy Interesante. https://www.muyinteresante.com...