INSTITUTO CULTURAL DE LEÓN

Isis Yépez: Curar el arte en colectivo

De la restauración del Museo Universitario de Arte Contemporáneo a la curaduría de la 15 Bienal FEMSA
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Silvia Palacios
Mi historia nunca fue lineal. Actualmente, Isis Yépez se abre camino en el ámbito de la curaduría a nivel nacional, pero su amor por el arte comenzó tiempo antes, aun cuando todavía no tenía definido qué era lo que tanto la atraía de éste. Así comenzó su historia.

Ciudad de México, 1991, nace Isis, una pequeña de raíces guanajuatenses que a la postre se convierte en amante del aprendizaje, pedagoga, curadora y experta en arte, especialmente el contemporáneo. 

Su primer recuerdo en torno a éste fue a los cuatro años, cuando su mamá la inscribió a clases de piano, pero su futuro no estaba en la música; posteriormente, llegó la pintura y la danza, en ésta última incursionó en varios estilos y marcaría, en parte, su relación con el arte.

“Estudié danza casi toda mi vida. Estuve en varios tipos de danza, desde ballet hasta danza africana (...) y creo que eso también tiene que ver con cómo me relaciono con el arte actualmente, o sea, para mí sí es importante la relación del cuerpo con el espacio, pero también con la propia historia del arte”, menciona en entrevista para Alternativas.

Aunque gran parte de su vida ha estado en la capital del país, Guanajuato y, en específico, León, no le han sido extraños, ya que tanto sus abuelos paternos como maternos son de este estado.

“Mis abuelos son de San Felipe y siempre tuvimos una conexión con Guanajuato; León nunca me fue una ciudad ajena, mis abuelas eran de León”, platica. Y aunque durante su infancia visitaba la ciudad con otra finalidad, ahora también lo hace por fines laborales, ejemplo de ello fue su participación en la exposición Panorama, con el Instituto Cultural de León; así como en la 15 Bienal FEMSA, como curadora local. 

Pero regresemos un poco en el tiempo, a ese momento en que Isis supo que quería dedicarse al arte y cómo ello implicó una difícil decisión.  

“En realidad nunca me propuse estudiar arte hasta que entrando a la ‘prepa’ tuve la oportunidad de hacer un viaje, y en ese viaje me di cuenta que me interesaba un montón el arte en general”.

Fue ahí cuando llegó el llamado del arte a su vida, pero no era el único ámbito en que quería desarrollarse, también estaba la pedagogía. Durante una temporada estudió ambas carreras al mismo tiempo, pero cada vez se hizo más complicado, por lo que tuvo que tomar una decisión: Historia del Arte o Pedagogía. Luego de un largo análisis optó por continuar por la segunda, en la UNAM.

“Fue muy difícil porque las dos carreras me gustaban mucho, yo no quería dejar ninguna y además sentía que tenía lo mejor de dos mundos (...) simplemente tuve que decidir una y decidí Pedagogía, también porque sentía que la de Historia del Arte tenía la posibilidad de estudiarla más adelante, de alguna u otra manera, y Pedagogía me daba la sensación de que más adelante ya no la iba a estudiar”.

Y así fue, tiempo después llegó la oportunidad de hacer la maestría en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual en la Universidad Autónoma de Madrid; aunque en realidad nunca se alejó del tema, ya que durante la licenciatura hizo uso de su conocimiento en restauración y museografía (aprendido durante la preparatoria) y fue parte del laboratorio de restauración del Museo Universitario de Arte Contemporáneo, MUAC. 

De esta forma, Isis fue trazando su camino en el ámbito, adquiriendo y aplicando conocimiento hasta comenzar su carrera como curadora independiente, misma que la ha llevado a conocer varios museos y galerías dentro y fuera del país, así como a desarrollar un estilo propio donde la escucha activa y la investigación son esenciales.

“Me gusta mucho leer sobre los artistas, me gusta mucho platicar con ellos sobre sus procesos”, menciona.

Sumado a esto, dentro de las partes favoritas del proceso de curaduría también está el montaje, y es que “lo más divertido para mí es el montaje, porque también tienes que ver la espacialidad. Hay cosas que se trabajan previo al montaje, pero también la relación de las piezas con el espacio, con la comunicación con el público, es algo que valoro dentro del trabajo de la curaduría”, refiere Isis. 

Aunque señala que dentro de los retos que tiene la curaduría en nuestro país es que es un sector muy competitivo donde no se valora de igual manera el trabajo de las mujeres, tiene en claro que su proceso es muy colaborativo, tanto con el artista como con el equipo de trabajo de cada sede.

“En mi caso, la curaduría no es un trabajo individual, siempre siento que es —y me encanta que sea— colectivo, que es donde más disfruto estos procesos (...) Lo primero que hago es hablar con el artista, hago visitas de estudio y, si no hay posibilidad de hacer visitas de estudio, pues hacemos una virtual o vemos de qué manera podemos ver lo que a él o a ella le interesa mostrar, y a partir de ahí empezamos las conversaciones (...) y ya ahí empiezan los procesos de negociación también, primero con el artista porque al final es su obra y (él o) ella decide cómo lo quiere presentar. Entonces, esos primeros momentos es donde surgen estos encuentros con el público”.

En su rostro se ve la pasión que le impregna —y tiene— a estos procesos; pero esto no es lo único que marca su trabajo, sino que también hace uso de su conocimiento y herramientas como pedagoga y, cada que tiene la oportunidad de hacerlo, lo integra a las exposiciones para, de esta forma, adentrar aún más al espectador; que sea parte del trabajo de la o el artista.

“Busco que haya esta relación entre arte y pedagogía, pensando también la pedagogía como la construcción de saberes, de relaciones; la construcción de realidades y de mundos (...) A veces tengo la oportunidad de mostrar una parte de los procesos de los artistas de otra manera”.

Dentro de su proceso como curadora local en la 15 Bienal FEMSA (en exposición hasta el 25 de agosto en diversas sedes de León y Guanajuato), platica que fue mucha labor de acercamiento e investigación con las y los artistas comisionados, en específico, para sedes en León, como las Galerías Jesús Gallardo y Eloísa Jiménez, a cargo del Instituto Cultural de León. 

Fue adentrarse a las entrañas de la ciudad, a esas raíces que se ven reflejadas en las y los leoneses a través de colectivos de adultos mayores, comunidades originarias y grupos de personas con diversidad funcional, para así enlazarlos con las y los artistas, y finalmente exponer el resultado mediante piezas de diversos formatos en las galerías antes mencionadas, entre otras.

Aunque de momento Isis no tiene claro qué sigue tras la Bienal, no descarta la idea de permanecer por más tiempo en León para seguir difundiendo el arte contemporáneo que se gesta en la ciudad y el país.

Silvia Palacios Silvia Palacios

Comunicadora de formación. Ha trabajado en prensa escrita para formatos impreso y web. Actualmente se desarrolla en Comunicación Social. Foodie (por no decir de buen diente), viajera, melómana y entusiasta de la ortografía.