INSTITUTO CULTURAL DE LEÓN

Audio-imagen; unidad orgánica del cine

Platicamos con el artista sonoro Ulises Santos Cortés sobre el cine y el sonido
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Edgar Aguirre
La imagen es fundamental en el cine, sin ella no existe ―basta recordar las grandes producciones del cine silente―, sin embargo, el audio brinda una percepción distinta, permite adentrar al espectador en una atmósfera única, despertando nuevas emociones, más intensas, más reales.

Es común que cualquier asistente al cine, ya no solo se preocupe por una buena calidad visual, sino también por el sonido que acompaña a la película, lo que se evidencia además en la oferta presentada por las cadenas comerciales y que proviene desde la creación de los filmes; aunque, qué tan atinado es el trabajo previo sobre esta área y qué detalles implica.

La estructura del sonido en el cine se integra por muchos más detalles y un trabajo más complejo que únicamente la creación de la música. El diseño sonoro, generalmente, se compone de cuatro grupos: diálogos, ambiente, efectos y música; señala Ulises Santos Cortés, artista y diseñador sonoro originario de León, con quien Alternativas charló al respecto.

“La banda sonora cinematográfica está compuesta por varios grupos de sonidos, el principal son los diálogos, que es todo el hilo conductor narrativo y expresivo que marca la historia; posteriormente tenemos el área de ambientes, que son los que nos dan el contexto en donde está situada cada una de las historias, las secuencias, las locaciones y también tiene ciertas características narrativas, simbólicas, expresivas. El grupo de los efectos, que llegan a ser un poco más llamativos: el carro, una alarma, balazos, también como transiciones y, por último, pero no menos importante, la música”.

La conceptualización del sonido a desarrollar en un filme parte de la lectura del guión y las necesidades detectadas por el profesional encargado, a partir de la elaboración sus ideas es que se dispondrá a grabar, editar, seleccionar y mezclar cada uno de los sonidos que, en conjunto y armónicamente, deberán aparecer en función de una estructura narrativa, brindando valores e identidad a la historia y sus personajes.

“Puede haber sonidos que definan al personaje, hasta cómo se mueve, sus pisadas, cómo se siente el peso, le das hasta identidad, si la persona no es segura a lo mejor los pasos son más débiles, si tiene mucha seguridad (entonces) que se sienta el peso y el movimiento, en ese sentido sí son cualidades físicas y morfológicas del sonido. Es estar probando realmente, si lo piensas y no lo colocas y no los ves contra imagen no sabes si va a funcionar. De una lado está el sonido conceptualizado pero de otro lado está el sonido materializado, ya percibido, y en relación con la imagen, tienes que estar un poco a prueba y error para ver cómo funciona”.

Sin embargo, destaca Ulises, esta labor no siempre es valorada como se debería; la imagen continúa siendo la estrella. Asegura, aún hace falta participación del área en procesos tempranos que abonen al desarrollo de la producción.

“Nuestro sentido visual tiene una mayor fuerza en cuestión de nuestras percepciones, somos seres bastante visuales, entonces el asunto es que a partir de las historias es complicado describir el sonido en un texto, tal vez el único elemento que está focalizado como guionista o director son los diálogos, siendo el elemento principal de la mayor parte de las historias, pero sí hay casos donde, desde el guion, tienen una relación muy cercana con los sonidos, principalmente de su entorno, creo que es un proceso algo complicado porque justamente creo que nos pesa más el sentido visual que el auditivo”.

El proceso cultural básico y hasta primitivo, en relación de la comunicación, menciona nuestro experto en audio, hizo posible la integración e importancia del sonido en las producciones cinematográficas, cubriendo así el aspecto de que las historias, literalmente, sean escuchadas.

Hoy en día, por supuesto, las formas y formatos para la elaboración de recursos a implementar en el diseño sonoro se han transformado; la tecnología es una herramienta increíble para la generación y también el resguardo de material para utilizar en prácticamente cualquier filme que se pueda crear, siendo o no lo ideal.

“Antes se hacía más el registro de campo, había una mayor experimentación de ir a grabar aquellos sonidos que necesitaba la película, y la razón es que hoy en día hay muchísimas librerías de sonidos, ya tenemos todo este background de cosas y de efectos, hay librerías enormes de sonidos que se han utilizado por años en Hollywood y mucha gente los tiene y utiliza, y son recursos que te agilizan el trabajo pero siento y soy en pro de ir a grabar todavía, creo que este proceso de grabación de campo tú enfocas todo y hay cosas que salen maravillosas, en el momento de estar grabando hay eventos sonoros que van a reforzar mucho a la historia que se está realizando”.

Ulises Santos, quien se ha enfocado en áreas de sonido directo, diseño sonoro, mezcla y producción musical, participado en más de 20 cortometrajes y 10 largometrajes, así como desarrollado gran sensibilidad en torno al sonido, nos comparte destacados ejemplos del tema en cuestión: No country for old men (2007) y Barton Fink (1991) de los hermanos Coen; Sonidos vecinos (2012) de Kleber Mendonça Filho; Érase una vez en el Oeste (1968) del italiano Sergio Leone; y El guardián de la memoria (2019), documental mexicano de Marcela Arteaga.

“Al final, cada uno de los sonidos que uno está involucrando van a afectar directamente a la película, entonces creo que si no hubiera sonido se percibirían de otra manera, serían otras películas muy distintas. Hay un concepto que a mí me gusta mucho de un teórico francés que se llama Michel Chion, dice que el espectador, al final de cuentas, no solo es un espectador, es un audio-espectador, entonces es un convenio audiovisual, una unidad orgánica”.

Es innegable la relevancia y el papel que juega el sonido en la cinematografía, sin éste sería poco probable poder sentir y describir una emoción real ―o casi real― de estar en el espacio, el miedo de la guerra, la tensión de ser perseguidos, la conmoción de un estallido, la tranquilidad de la naturaleza, la euforia de un carnaval…

Edgar Aguirre Edgar Aguirre

Comunicador con experiencia en producción televisiva y desarrollo de contenidos sociales y culturales. Se ha desempeñado en áreas de Comunicación y RRPP en asociaciones civiles y empresariales. Aprendiz de poeta y músico.